Y repentinamente, me empieza a doler el corazón. Quizá para tí no es importante; pero para mí lo es. Y Mucho. Claro, se trata de mi familia, es normal que me resulte importante.


Tan solo ponerme a recordar lo sucedido en viejas épocas navideñas me puso un tanto melancólica. Tú dices "aquí las fiestas se desarrollan con normalidad", no sabes la suerte que tienes.


Aquí, siempre hay discusiones, pleitos, algo que resulta mal. Se rompe el vino, mi madre y tías discuten, una de mis tías se va de la fiesta. Todos los que no tenemos que ver con el tema nos quedamos petrificados sin saber que hacer ni decir. La fiesta continúa un tanto incomoda pero todo se acopla de una manera de como si nada hubiese pasado.


Pero para mí no. Otra Navidad arruinada. Otro fin de año triste y melancólico donde ni los fuegos artificiales pueden tranquilizar mi corazón. No me apetece nada. Ni postre, ni regalos, ni unas buenas noches. ¿Cómo pueden brindar luego de una noche así? Realmente no los comprendo.